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  Contes de Pau i Laia

Fin de curso en la granja escuela

Para celebrar por todo lo alto este fin de todo, curso, ciclo, etapa, decidimos tirarnos de cabeza al suicidio y propusimos una salida a la granja escuela para pasar dos dias y una noche.

La acogida de la idea fué  un éxito, y hemos estado todo el curso esperando a que llegara la hora de irnos.

Ahora que ya hemos ido y hemos vuelto tenemos que decir que la experiencia ha resultado muy positiva.  Los niños han disfrutado muchísimo de sus compañeros, de estar sólos,  de ser mayores, de pasar la noche fuera. Ninguno lloró, cosa que nos tenia alucinadas. Algunos flojearon durante la velada nocturna de puro cansancio. Pero cuando entramos en las habitaciones y comenzó el comboy de cambiarse de ropa, de lavarse los dientes de meterse en la cama de subir a las literas de arriba, todo pasó a ser una noche mágica.  La luz se apagó y los ojos se cerraron para dar paso a un mundo de fantasía y tranquilidad que de vez en cuando era asaltada por algún ronquido o grito de guerra tipo..._conchi yo arriba!

Pero ante tanto cansancio ninguno se molestó en despertarse, ni siquiera el que rodó de la cama al suelo, que lo único que su cuerpo pudo hacer fué saltar de nuevo arriba dejándose la mitad del culo colgando, para lo cual ahí estaba la seño , que le dió un pequeño empujoncito y para dentro.

Y al día siguiente continuó la fiesta , pero ya con el rintintín de que tenían que volver a casa y la mayoría decían que se querían quedar.
Nos hubiera gustado que todos los niños hubieran venido a pasar la noche pero algunos no pudieron venir.
Espero que puedan repetir esta actividad en años posteriores para que la disfruten todos.
Ha sido muy positiva también por la relación que entre las dos clases se aprecia. Todos los niños se conocen y se relacionan sin ningún problema.
Gracias a las familias por habernos confiado a sus prendas más queridas. Y nos alegramos mucho de que todos volvieramos sanos y salvos.

3,2,1... Final de curso, de ciclo, de etapa...

Ufff me canso de pensarlo, un año más llega el final, ahora los nervios están a flor de piel, todo se acaba y lo más importante, el tiempo para acabar todo lo que tenemos entre manos también se acaba.

Eso sí, este año es especial, acabamos con nuestros niños, tanto Isabel como yo acabamos nuestro primer ciclo completo con los mismos niños. Esto es muy gratificante ya que los hemos visto crecer y consideramos que una parte de ese crecimiento lo han ido construyendo a nuestro lado. Y por otra parte es triste , pues se nos van nuestros niños y niñas, si nuestros , durante tres años... es mucho.

Las mañanas se nos quedan cortas , mucha faena por hacer y poco tiempo, no se les puede agobiar pero tu vas a contra corriente.
Fichas, explicaciones, pinturas, pinceles, papeles, portadas, ensayos, canciones, abrazos, manchas, colores,entre medias patios que deseas que acaben para seguir con encuadernaciones, lunas, fotos,  y de repente te das cuenta que no te da tiempo ni a hablar con ellos con tranquilidad. ... ufff respira. Todo se andará.

Todo este huracán, en unos días se transformará en calma,  los echaremos de menos por momentos, las aulas se quedan vacías.
 Repasaremos los resultados y diremos... ha valido la pena. 

Isabel y yo nos fundiremos en un gran abrazo nos daremos la enhorabuena y ahí es cuando vuelven a surgir las ganas por seguir en la misma línea. Ahí es donde cogemos fuerzas para continuar y no dejar que estupideces nos hundan, para no contagiarnos de desidia, ahí brotan ideas, ilusión,  fuerzas y de nuevo ... ganas de volver a empezar.